Cuando se trata de producir archimillonarios, América lo hace realmente bien. Hasta el 2005 los multimillonarios todavía podían copar la lista Forbes de los 400 americanos más ricos.
En el 2006, entre los 400 de Forbes sólo había ya milmillonarios.Este año necesitarías una lista Forbes de 482 para incluirlos a todos. Mil millones de dólares es un montón de pasta. La Reina Isabel II, la monarca británica desde hace cinco décadas, debería añadir 400 millones de dólares a su fortuna de 600 millones para alcanzar los mil millones. Y necesitaría otros 300 millones más para alcanzar el mínimo de los 400 de Forbes, que es de 1.300 millones de dólares.
La media de los miembros de la lista Forbes 400 es de 3.800 millones de dólares.Cuando la lista Forbes 400 empezó en 1980 estaba dominada por las fortunas petrolíferas e industriales. Hoy, para Forbes, “Wall Street es el rey.” Cerca de la mitad de los 45 nuevos miembros, según Forbes, “ha hecho su fortuna en los fondos de inversiones y los capitales de inversiones.
El director financiero John Paulson se une a la lista después de embolsarse este verano más de mil millones en la venta de créditos subprime.”El 25 aniversario de la lista Forbes 400 no es motivo de celebración para América.Tenemos un récord de 482 milmillonarios, y un récord de ejecuciones.Tenemos un récord de 482 milmillonarios, y un récord de 47 millones de personas sin ningún tipo de seguro médico.
Desde el año 2000, hemos añadido 184 milmillonarios a la lista, y hay 5 millones de personas más viviendo por debajo de la línea de pobreza. El umbral de la pobreza oficial para una persona eran los ridículamente escasos 10.294 dólares en el 2006. Con eso no puedes conseguir el kilo de caviar (9.800 dólares) y los 25 habanos (730 dólares) de los del Índice del Coste de la Vida para los Archicomodados de Forbes. El umbral de pobreza de 20.614 dólares de una familia de cuatro miembros es más bajo que el coste de tres meses de arreglos florales para el hogar (24.525 dólares), según ese mismo índice.
La riqueza se está distribuyendo de los pobres a los ricos.Entre 1983 y el 2004, la riqueza media del uno por ciento de las familias –los que están arriba– creció un 78%, según Edward Wolff, profesor de Economía de la Universidad de Nueva York. El cuarenta por ciento –los que están abajo– perdió un 59%. En el 2004, uno de cada seis hogares tenía un valor cero o negativo. Cerca de uno de cada tres hogares era de menos de 10.000 dólares de valor neto, incluyendo el patrimonio. Y todo ello antes de la crisis hipotecaria. En 1982, cuando la lista Forbes 400 tenía sólo a trece multimillonarios (billionaires) , el director ejecutivo mejor pagado ganaba 108 millones de dólares y el trabajador a jornada completa 34.199 dólares, en arreglo a la inflación de 2006 dólares. El año pasado el director de un fondo de inversiones mejor pagado sacó 1.700 millones de dólares, el director ejecutivo mejor pagado 647 millones de dólares, y el trabajador medio 34.861 dólares, sin pensión ni cobertura sanitaria. La lista Forbes 400 es un club exclusivo para hombres ricos, hoy más aún que cuando empezó.
El número de mujeres ha bajado de 75 en 1982 a 39 en la actualidad. Se calcula que los 400 americanos más ricos tienen en conjunto una riqueza estimada de 1’54 billones de dólares. La suma es más del 11 por ciento de nuestro Producto Interior Bruto de 13’8 billones de dólares –el valor total anual de los productos y servicios producidos por nuestra nación de 303 millones de ciudadanos.
En 1982 la riqueza de los 400 millonarios de la lista de Forbes era menor al 3 por ciento del PIB estadounidense. Y los ricos, como apunta la revista Fortune, “entregan una parte más pequeña de sus ingresos que el resto de nosotros.” Gracias a los mega-recortes de impuestos los ricos pueden comprar más mega-yates, equipados con helicópteros y mini-submarinos. Mientras tanto, toda la infraestructura de puentes, diques, transportes públicos, parques y otros bienes públicos heredados de generaciones anteriores de contribuyentes se arruina por negligencia, y los agujeros en la red de seguridad no paran de crecer.
El uno por ciento de los hogares –con unos ingresos medios de un millón y medio de dólares– se ahorrará 79.500 millones en sus impuestos del 2008, según Citizens for Tax Justice [Ciudadanos por unos Impuestos Justos]. Es más que el presupuesto para el Departamento de Transportes, la Administració n para la Pequeña Empresa, la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) y la Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo juntos. Los recortes de impuestos ahorrarán al uno por ciento cerca de 715.000 millones de dólares entre el 2001 y el 2010. Y nos costará a nosotros 715.000 millones en la creciente deuda nacional, más los intereses. Los hijos y los nietos de los trabajadores mal pagados hoy serán quienes paguen la fiesta de los actuales plutócratas y su séquito de miembros de grupos de presión. Es hora de que el Congreso dé marcha atrás en sus recortes de impuestos a los ricos y cierre las fisuras legales que permiten que los especuladores multimillonarios de los fondos de inversiones paguen impuestos más bajos que los de sus secretarias.
La desigualdad ha vuelto a los niveles de 1920. Fue malo para nuestra nación entonces. Y es malo para nuestra nación ahora.
22 octubre 2007 Envia Melina Alfaro
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